El concepto de red trófica es aquel que se aplica al
fenómeno natural mediante el cual diferentes seres vivos se conectan entre sí a
partir del ciclo de la vida que implica que unos se alimenten de otros para
poder subsistir. La palabra trófica proviene del idioma griego en el cual es
tropos, que significa alimento. Así, una red o cadena trófica es una unión de
diferentes eslabones que se unen a partir del consumo para sobrevivir. Debido a
que nadie se alimenta única o especialmente del ser humano, el mismo suele ser
colocado al final de la red trófica ya que el mismo, al ser omnívoro consume
todo tipo de seres vivos y ninguno depende de él para subsistir.
La red trófica tiene varios puntos que se repiten más o
menos en todos los casos aunque con variantes. El principio de toda red o
cadena trófica es el que ocupan los vegetales de todo tipo. Estos seres vivos,
al ser autótrofos, es decir, al producir su propio alimento, son los primeros
eslabones en la cadena ya que otros seres vivos dependen de ellos para poder
alimentarse. Las plantas, vegetales y árboles son autótrofos ya que toman los
elementos naturales como el agua, la luz o el dióxido de carbono para
transformarlos en alimentos que procesan en su interior. Así, los vegetales, al
vivir por sus propios medios, permiten que aquellos animales herbívoros puedan
también alimentarse y seguir subsistiendo.
Los herbívoros suelen ser el segundo eslabón de toda red
trófica ya que son los que consumen las plantas, razón por la cual se deben
ubicar en el lugar inmediatamente posterior. Estos animales (como lo pueden ser
los caballos, las cebras, los antílopes, las vacas o los búfalos) son seguidos
por los animales carnívoros, aquellos que se alimentan de carne (por ejemplo,
el león, el tigre, el lobo, el oso). Los animales exclusivamente carnívoros se
ubican entonces en tercer puesto aunque una cadena trófica puede presentar
varios eslabones de carnívoros (por ejemplo cuando en el océano los peces más
grandes se alimentan de los más chicos que a su vez se alimentaron de otros
peces). El ser humano se coloca al final de la red pudiendo consumir como
alimento cualquiera de los elementos anteriores de manera inclusiva o exclusiva
según sea su dieta.